La Librería

Pequeños retales de literatura

sábado, agosto 16, 2014

Patricia Heras 5. Ciutat Morta

Va siendo hora ya de dejar en paz a los muertos, al menos por un tiempo. Así que me toca terminar esta serie de posts sobre la chica que una vez se le ocurrió raparse el pelo a cuadrados, como si la mitad de su cráneo fuera un singular tablero de ajedrez ¡Cómo no me va a caer bien alguien que fuera capaz de hacerse eso en su cabeza para un aficionado ajedrecista como soy yo!

Con este propósito me he concienciado para escribir esta mañana, el último post que voy hacer sobre la vida y muerte de Patricia Heras, y en esta entrada lo que quiero es comentar un poco el documental que sobre este caso se ha rodado: “Ciudad Muerta. 4F ni olvido ni perdón”, firmado por la dirección de Xavier Artigas y Xapo Ortega, y por el cual se llevaron en el pasado festival de Málaga la biznaga de plata al mejor documental. Y digo “un poco” porque lamentablemente no he tenido la oportunidad de poder verlo. Me perdí los pases que se hicieron gratuitos en Barcelona, ya que por entonces aún no había puesto mi atención en los sucesos del 4F. Y ahora, hasta que el documental no pase los circuitos del mainstream documental, es complicado poder encontrar una copia para verla. Entiendo que por el esfuerzo que ha costado filmarlo las cosas tienen que ir por este cauce, pero espero que al menos dentro de un año o dos, el documental se acabe colgando gratuitamente en la red, para la libre visualización de quien quiera verlo; ésta al menos me parece la mejor manera que el documental se difunda a cuantos más mejor -que a fin de cuentas es el propósito que afirman tener sus directores-. Y entiendo que cuanto más recorrido tenga este documental, menos posibilidades habrá de que se repitan unos hechos parecidos (aunque no nos engañemos, la justicia comete errores y seguirá cometiéndolos, y por ello lo que es importante es intentar poner los mecanismos de control adecuados para intentar minimizarlos al máximo).

Pero bueno, aunque no he podido verlo, lo que sí que puedo colocar aquí al menos es el trailer:



El 8 de junio de 2013 ochocientas personas entraron en un cine abandonado en la calle Via Laietana, y lo rebautizaron con el nombre de Patricia Heras, y ahí se proyectó por primera vez este documental. En este galardonado trabajo se ha reunido el testimonio de muchas personas que se vieron salpicados de alguna manera por estos hechos. Una parte de estas grabaciones ya habían sido recogidas previamente por otras personas que ya se habían planteado rodar un documental parecido, pero cuyo esfuerzo no había acabado de completarse hasta que Xapo y Xavier se pusieron manos a la obra (aunque sí tengo constancia de la existencia también del documental de Azahara FuentesVisto para sentencia” en el que también se recogen parte de estas grabaciones testimoniales, y que si tengo la ocasión también me gustaría ver).

cine Patricia Heras

En las películas, en un caso como el de Patricia Heras, lo que suele suceder es que el prisionero se fuga para así poder demostrar a la sociedad su inocencia (como Harrison Ford en El fugitivo o Humphrey Bogart en La senda tenebrosa –en este caso con la inestimable ayuda de la tristemente reciente fallecida Lauren Bacall). Pero lamentablemente la vida real no tiene por qué estar compuesta de finales felices, y en este caso el final de Patricia fue trágico y ella acabó suicidándose. Tras su indebido paso por prisión y sobrepasada por unos hechos que sacudieron de arriba abajo su humilde existencia.

Lo decía al principio, la justicia se ha equivocado siempre, y lamentablemente se seguirá equivocando, de igual modo que las fuerzas de seguridad algunas veces seguirán actuando excediéndose en la violencia necesaria para sus actuaciones. Para muestra de esto solo hay que dar un vistazo a muchas películas que se han ido rodando al lo largo de los años intentando reflejar semejantes situaciones de injusticia que se repiten en la historia; me vienen a la cabeza títulos como: Condenados de Atom Egoyan, Huracán Carter de Norman Jewison, En el nombre del padre de Jim Sheridan, Fruitvale Station de Ryan Coger (que recuerda tanto a las tensiones raciales que se están produciendo estos días en el estado de Missouri). Y lo mismo si miramos en el terreno de los documentales, donde la referencia más clara que veo es la de The Thin Blue Line de Errol Morris, donde Randall Adams es detenido y condenado a muerte por el asesinato de un policía de Dallas en 1976. Y después de doce años de prisión, a través de sus abogados que se encargaron de aportar las pruebas y testimonios que desmontaban la versión oficial del crimen, su caso se abrió de nuevo a través del Tribunal de apelaciones y finalmente fue liberado. Tampoco sé si clasificar esto como un final feliz, pero si al menos es un final en el que uno tiene la oportunidad de intentar retomar las riendas de su propia vida.

Necros

A la sombra se cobija el amo y señor
de esta ciudad muerta.
Me mira a los ojos cuando paso,
camina despacio junto a mí y me vigila.
Le traigo ofrendas.
A veces el viento arrastra el olor descompuesto,
pero sólo a veces,
mientras,
un millón de evolucionadas hormigas
riegan con lágrimas el cemento
y adornan con flores muertas
cada pequeño altar profano.
Matar para honrar con efímera belleza
el breve e irreal recuerdo de un instante lejano
que se descompone como las flores muertas
que dan color a un nombre.
Matar para alimentar un dolor extraño y ajeno
que un día será mío.
Matar porque estoy muerta.


Patricia Heras

Etiquetas: , ,

 
 

Licencia C 2004-2005 by Daniel Vigo

Email