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Pequeños retales de literatura

miércoles, febrero 19, 2014

Sebald, Fragonard, Durero, el cuarto jinete del Apocalipsis y la madre que me parió

Una de las gracias de las descripciones que hace W.G. Sebald de cualquier obra de arte, es que en la época actual es la mar de fácil teclear en un buscador de internet, para encontrar una foto del modelo original que alguien haya ya colgado previamente.

Por ejemplo, leyendo Austerlitz me llamó la atención la mención al cirujano Honoré Fragonard, famoso por ser un especialista en disecar cadáveres humanos, y utilizarlos para construir obras artísticas.

"Sin embargo, lo más espantoso con mucho, eso dijo Austerlitz, era la figura de un jinete de tamaño natural que podía verse en una vitrina de la parte de atrás del último gabinete del Museo, que el anatomista y disecador Honoré Fragonard, en el apogeo de su fama en la época de la Revolución, había desollado de la forma más artística, de moda que, con los colores de la sangre coagulada, se veía claramente cada fibra de los tensos músculos del jinete, así como del caballo que se precipitaba hacia delante con expresión de pánico, junto con las venas azules y los tendones ocres. Fragonard, que descendía de la famosa familia del perfumero provenzal, disecó al parecer durante su carrera, dijo Austerlitz, más de tres mil cadáveres y partes de cuerpos, y por consiguiente él, agnóstico, que no creía en la inmortalidad del alma, debió de estar día y noche inclinado sobre la muerte, rodeado del olor dulzón de la descomposición y evidentemente movido por el deseo de asegurar al cuerpo perecedero, por un proceso de vitrificación y transformando de esa forma su sustancia corruptible en plazo muy breve en un milagro de cristal, una participación al menos en la vida eterna."

La obra a la que se refiere Sebald es ésta: El jinete del Apocalipsis, basado en un grabado de Alberto Durero.

Jinete del apocalipsis

Este cadáver disecado tal como dice Sebald se encuentra en el Museo Fragonard de París un museo dedicado en su mayor parte a la teratología (rama de la zoología que estudia las anormalidades, como animales con dos cabezas y cosas de esas).

MUSEO FRAGONARD

7, Avenue Charles de Gaulle, Maisons-Alfort, región de París.

Y esta es la sección del grabado de Durero en la que se muestra el cuarto jinete del Apocalipsis, un viejo sobre un caballo, ambos desollados, que sirvió de inspiración a Fragonard.

Jinete de la Muerte de Durero

Este cuarto jinete tiene nombre y es la Muerte, y va comandando el ejército del Infierno (que no de las Tinieblas que es de Sam Raimi y tampoco de las Sombras que es potestad de mi querida doctora, y posiblemente la única que entenderá este chiste).

6:7 Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente, que decía: Ven y mira.

6:8 Miré, y he aquí un caballo amarillo, y el que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía; y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra.


Biblia –Apocalipsis (Versión Valera).

Al margen del provecho que muchos estudiantes de medicina tuvieron al poder contemplar estos cuerpos desnudos de piel durante el siglo XVIII, me llama la atención esta vertiente también artística de Fragonard, en la que intenta modelar la figura y darle un significado artístico. Recuerdo que hace unos años hubo en las Drassanes de Barcelona una exposición que tuvo bastante polémica y éxito, en la que el artista alemán Gunther von Hagens utilizaba lo que el llamaba cadáveres plastinados.

Gunther von Hagens

Entiendo un poco el rechazo visual de algunas personas a estas imágenes, pero aún así todos deberíamos entender que los cadáveres no dejan de ser cadáveres (me refiero que son cuerpos vacíos que fueron donados a la ciencia por sus propietarios antes de morir), por los que buscarle la ética o la moral a este tipo de exposiciones es buscarle tres pies al gato, especialmente con el éxito de asistencia que por ejemplo ésta tuvo.

Leo que cuando esta exposición se presentó en Londres un hombre indignado antiabortista, la emprendió a martillazos ante la escultura del cadáver plastinado de una mujer que había fallecido embarazada con un bebé ocho meses en gestación. Indudablemente me parece mucho más peligroso un loco antiabortista como éste que un artista del negociado de la muerte como Gunther von Hagens o Fragonard.

PD. Ah y mi madre! Muy bien, gracias ;) Está junto a mi padre por Ibiza, de faranduleo con el Inserso.

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