La Librería

Pequeños retales de literatura

viernes, abril 10, 2009

La buena estrella

Un optimista es uno que ve la botella medio llena cuando en realidad está medio vacía”, éste es un viejo chiste que de tanto en tanto vuelve a mi mente, son de esos chistes que cada uno hace suyos a lo largo de la vida y los va soltando una y otra vez cuando cree que el comentario es adecuado. Sin nos atendemos al registro de entradas, encontraremos que un gran número fueron escritas en días grises, y si asoman a sus ventanas y viven en la vieja Europa, lo más seguro es que disfruten de un hermoso día de lluvia. Y esta vez digo hermoso, porque hoy no tendría que ser uno de esos días grises. Hoy todo funciona. Claro, hoy no paro de recibir noticias interesantes. Claro que perdonen explicarlas aquí rompería mi espacio de privacidad al que me he acostumbrado. Está la tesis de que si tienes un blog, padeces un poco de algo llamado como yoísmo (algo cercano a la egolatría, el exhibicionismo y el mirarse el ombligo). Bueno, es probable. Personalmente creo que también es intentar compartir gustos, conocer algunas personas que sin desmerecer al resto del mundo, muchos de ellos tienen un pequeño brillo especial. Y también uno da constancia de días buenos y de días malos. Algo parecido a un diario, pero sin serlo. Siempre desconfié de los diarios personales en tanto que podían ser leídos por quien uno no quiere. Tal vez su función sea escribirlos para que sean leídos como testimonio cuando uno muere. Recuerdo haberme emocionado con el Diario de Ana Frank (por cierto ayer dieron La pasión de Mel Gibson, una película que me atrevería a decir que desmonta a casi cualquiera de los presentes). También recuerdo con cariño El diario de un hombre decepcionado de no recuerdo que autor. Y luego, para alguien que tiene especial fijación en la metaliteratura, pues imagínense por mis manos han pasado los diarios salvajes de Thoreau, los diarios adolescentes de Anaïs Nin, o los inteligentes diarios de Jules Renard.
Pero no creo que nunca sea yo capaz de llevar mi propia moleskine. Practico un táctica que es memorizar todo cuanto me llama la atención a lo largo de los días. Y llegado el día que me apetece comienzo a googlear una y otra vez, como si de un manantial del que comienza a brotar un incesante chorro de agua pura. No negaré que muchas cosas se pierden por el camino... pero es que uno es de corte borgesiano, y tanto valor tiene la memoria como al olvido.
Me estoy liando, todo para decir que hoy era un hermoso día en el que pasaron muchas cosas bonitas. Y además ví una película que me llamó mucho la atención y que les recomiendo BenX. Es una película de adolescentes, así que si no se sienten como tales, es muy probable que no les agrade tanto como a mí (que aún conservo ese sello de inmadurez donde los sueños aún se conservan ja,ja).
Y que decir más, pues solo poner una banda sonora, porque creo que se la debo a alguien. Desde las risas y desde las mentiras, para ella. ¿Dije una? Pues serán tres.
Para todos ustedes:

Extremoduro –Standbye

Hanna –No quieras

Todo en esta vida le salió un poquito mal,
nunca supo qué camino ha de tomar,
y tantas veces creyó tener la felicidad,
que la perdió por egoísta y por no saber perdonar.
Se le ahoga el alma cuando piensa en el ayer,
también en el mañana y en cómo vivirá.
Si la paz fuera lejana, él seguro encontraría
pero en sueños se quedará todo
Día a día naufragando...
PD. De paso que edito... Un dato que no me acordaba y que ahora viendo el vídeo de Hanna me acaba de venir a la mente (a veces son muy curiosas las conexiones misteriosas que hace nuestro propio cerebro). Si no recuerdo mal, el tatuaje japonés que lleva Hanna en el abdomen es un Kanji que significa "buena suerte".

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