La Librería

Pequeños retales de literatura

miércoles, marzo 26, 2008

Azcona y el bosque animado

No digo nada nuevo si cuento que entre la madrugada del domingo y el lunes murió de cáncer el guionista y escritor Rafael Azcona. Tampoco es que pueda decir mucho más porque estoy demasiado ocupado para regalar pensamientos profundos a este blog. Sencillamente quiero hacerle un pequeño homenaje desde la película “El bosque animado” de la que él fue el guionista. Basándose en el libro del también admirado Wenceslao Fernández Flórez. Junto a José Luis Cuerda director de la película, y en compañía de grandes actores del cine español como: Alfredo Landa, Fernando Rey, Miguel Rellán, Luis Ciges, Manuel Alexandre y muchos otros más, recrearon un universo único, fiel reflejo de esos bosques mágicos gallegos, y todo ello bañado en una pátina de sutil humor (contribución especial de Azcona). El producto final con la calidad de tal elenco de contribuciones ya se pueden imaginar que resultó más que exitoso.

La película sitúa al bandido Fendetestas que desde el bosque intenta infructuosamente atracar a cada uno de los entrañables personajes que cruzan el bosque (Fendetestas traducido del gallego vendría a ser algo así como rajacabezas, pero Alfredo Landa que borda el papel, es más bien un alma cándida incapaz de hacer daño a nadie y con serias dificultades para realizar un atraco correctamente). El bosque donde está basada la historia es el bosque de Cecebre en La Coruña.

Quería poner en homenaje el delirante diálogo donde Fendetestas intenta atracar a la niña que lleva la cántara de leche. Pero aunque encontré la imagen, no encontré el diálogo. Sin embargo si que encontré otro también bastante divertido, que explica el encuentro entre Fendetestas y Fiz de Cotobelo (un alma en pena que vaga por el bosque y que interpreta Miguel Rellán). Fendetestas tiene una relación muy especial con Fiz de Cotobelo, ya que teme que tanto paseo por el bosque del alma en pena, acabe por asustar a la gente si al final descubren que hay un fantasma por allí, lo que provocaría que nadie quisiera aventurarse por el bosque, y Fendetestas se quedase entonces sin víctimas a las que atracar.

Fendetestas se cruza con Fiz de cotovelo, una noche, en un camino del bosque. cantan los grillos:
FIZ DE COTOVELO: Buenas Noches
FENDETESTAS: Buenas noches...(sin creérselo. Levanta la cabeza) ¡¡Alto, me caso en Soria!! (Saca la pistola, se acerca y le apunta) Dame tabaco!!!
FIZ DE COTOVELO (Urgándose los bolsillos) Pues... no se si llevaré algo, porqué fumar.. yo fumaba.
FENDETESTAS (Guardándose la pistola) Menos mal... ¡El papel!
(Fiz de Cotovelo le da algo con las manos extendidas y Fendetestas le mira extrañado)
FENDETESTAS: Pero esto es tierra.
FIZ DE COTOVELO: Ya... Se ve que no me pusieron tabaco.
FENDETESTAS: ¿Que no te pusieron cuando?
FIZ DE COTOVELO: Cuando me amortajaron.
(Primer plano de la cara espantada de Fendetestas)
FIZ DE COTOVELO (Volviéndose para enseñar una raja en el centro de su chaqueta) Y paciencia tuvieron para ponerme la chaqueta como Dios manda.
FENDETESTAS. Pero... ¿Pero quien eres?
FIZ DE COTOVELO: Soy el ánima de Fiz de Cotovelo, que anda penando por estos caminos, en busca de un cristiano... (Fendetestas sale corriendo) ¡Espera, yo no quiero hacerte daño! ¡Escucha! ¡Solo te pido...! (se queda solo y mira hacia el suelo) Que gente, que gente... (se quita los tapones de la nariz) Que gente (Se quita la mortaja mientras se aleja).

Otra escena que recuerdo que me encantó es cuando aparecen aquellas personas plantadas en el bosque… No lo recuerdo demasiado bien, pero tengo grabada en mi cerebro esa imagen.
Sea como sea, y volviendo al motivo de este post, el cine español sin duda ha perdido este fin de semana a uno de los grandes.

CORRECCIÓN
Tal como me dice Palimp, la escena de los hombre que crecen plantados es de la película "Amanece que no es poco" también dirigida por Jose Luis Cuerda. Estas dos, junto a "Así en la tierra como en el cielo" conforman un tríptico en la filmografía de Cuerda que se fundamenta en el humor surrealista, y en la caterva de grandes actores que quedan reunidos en cada una de las películas.
Mi error venía inducido creo por el texto original del Bosque Animado de Wenceslao Fernández Flores (Se puede leer en este link el capítulo de La Fraga de Cecebre) donde son los árboles los que adoptan comportamientos humanos y hablan unos con otros (de ahí supongo que lo del Bosque animado). Hay incluso una versión en dibujos animados de este Bosque animado estrenada hace no muchos años, donde los árboles también van hablando unos con otros. Indudablemente las influencias de Cuerda son ominiscentes en sus películas.

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sábado, marzo 15, 2008

Cortázar y Las manos que crecen

Con ganas de lavar un poco el rostro de la última entrada, me permito la distracción de fijar mis ojos en un punto fijo, buscando una óptica de microscopio. Busco los retazos de mi memoria que luchan por no sucumbir al olvido. ¿Recuerdan que alguna vez ya aquí he hablado de la película La ciencia de los sueños? El director es el imaginativo Michel Gondry.
De todas maneras, para los que nunca les interesa el asunto de los directores, y les cuesta memorizar los títulos, dejo un característico fotograma de Gael García Bernal, que les hará recordar si vieron o no vieron la película.


“Sus propias manos eran de mentira cuando las tendía” la frase la tomo prestada del Sr. Tascoigne que como mimo gesticula espléndidamente con las palabras desde su blog sin casi hacer nada de ruido.

(No puedo evitar también el chiste aquel de Jaime Rubio Hancock, a la muerte de Marcel Marceau: “Por supuesto, perdono a los siete que intentaron asesinarme. Mimo y francés: imagino que todo el mundo me odiaría por una cosa y/o por la otra”).
La totalidad del hilarante texto se puede encontrar en Libro de Notas.

Y para finalizar dos fragmentos de un cuento de Cortázar, que ¿cómo no? lleva el título “Las manos que crecen”. A eso iba.

“Plack avanzó dos pasos hacia Cary y empezó a pegarle. Estaba bien seguro de que Cary le respondía con igual violencia, pero no sentía nada. Tan sólo sus manos que, a una velocidad prodigiosa, rematando el lanzar fulminante de los brazos, iban a dar en la nariz, en los ojos, en la boca, en las orejas, en el cuello, en el pecho, en los hombros de Cary”.


“Los dedos de sus manos arrastraban por el suelo. Diez sensaciones incidían en el cerebro de Plack con la colérica enunciación de las novedades repentinas. Él no lo quería creer pero era cierto. Sus manos parecían orejas de elefante africano. Gigantescas pantallas de carne arrastrando por el suelo. A pesar del horror le dio una risa histérica. Sentía cosquillas en el dorso de los dedos; cada juntura de las baldosas le pasaba como un papel de esmeril por la piel. Quiso levantar una mano pero no pudo con ella. Cada mano debía pesar cerca de cincuenta kilos. Ni siquiera logró cerrarlas. Al imaginar los puños que habrían formado se sacudió de risa. ¡Qué manoplas! Volver junto a Cary, sigiloso y con los puños como tambores de petróleo, tender en su dirección uno de los tambores, desenrollándolo lentamente, dejando asomar las falanges, las uñas, meter a Cary dentro de la mano izquierda, sobre la palma, cubrir la palma de la mano izquierda con la palma de la mano derecha y frotar suavemente las manos, haciendo girar a Cary de un extremo a otro, como un pedazo de masa de tallarines, igual que Margie los jueves a mediodía. Hacerlo girar, silbando canciones alegres, hasta dejar a Cary más molido que una galletita vieja”.

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O fortuna velut luna

Que inmensa oscuridad que hoy me regalas. Te ríes maliciosamente y atraviesas con espinas mis carnes. ¿Te vengaste acaso de mis pasados errores? Pues si es así, muestra ante mí tu negra presencia, que al menos quiero tener el consuelo de poder maldecirte hasta que amanezca. Las horas se llenaron de tinieblas, y teñiste el mundo de amargura. ¿Con que derecho atormentas a quién no te pidió nada? Sangro. Mancho de sangre mi lengua y escupo las palabras. Agazapada esperabas este día una victoria que mi comprensión no alcanza. Y por eso he de maldecirte mil veces hoy. ¡Hija de Satanás! ¡Hija de la reputa madre que te parió! Enfrenta tus rencores a mi odio si tan valiente te crees. Pues si en tal disputa pierdo, al menos te juro que venderé cara los jirones de mi alma. Comulgaré con la leche negra de Celan, esperando tu encuentro; te agasajaré con el sabor agrio de la bilis que en mí germinaste. ¿No he de dar menor puñalada que las dos con las que tú punzaste mi corazón? ¿Crees qué por derrotado no albergo la misma marca de fuego que tú llevas? Llevo tatuado en mi piel, la misma consigna que a tí en el averno forjaron los condenados con acero y lamentos. Sólo que no te la mostré porque ignoraba que vendrías. No quiero llorar en tu presencia, y tendrás que esforzarte aún un poquito más para ver el color de mis lágrimas. ¡Y ay de ti si te acercas demasiado! Es el animal acorralado el que muerde con convicción; el que aleja sus temores y da un último zarpazo preñado de muerte. Hoy no siento mariposas en el estómago, sino un inmenso vacío que se adueña de mi vientre y me hace retorcerme de dolor. Mi vista también se nubla y desenfoco extrañado cuanto miro. Mis ojos arden. Pero mis dientes rechinan aullando al abrigo de la noche esperando el momento adecuado. Es la tercera puñalada la que espero con deleite, ahora que ya soy consciente de tu brutalidad. Porque antes de cante el gallo, no sólo no te negaré ni una sola vez, sino que acudiré allá donde quiera que te escondas. Una advertencia: Te aviso que si quieres que llore, tendrás que acercarte mucho más; lo suficiente al menos para que me muestres cada surco de maldad que adorna tu viejo rostro. Acércate... hasta quedar a muy pocos centímetros de mi hiel. Espero ansiado este instante. No te defraudaré.
Cito a Faulkner: “Entre el dolor y la nada, elijo el dolor”.

yo haré afluir la hiel de mi odio implacable,
sobre el vil instrumento de tu maldición;
y estrujaré de modo este árbol miserable,
que se le pudrirán las hojas en botón!

Contrayendo sus labios traga la baba impura,
y sin leer los altos designios inmortales,
ella misma prepara su Gehenna obscura
las llamas de los tétricos crimenes maternales.

Baudelaire

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miércoles, marzo 12, 2008

Xhelazz y Sólo son vidas

Como decía en el post anterior, normalmente me gusta un hip hop bastante más mestizo, pero aquí voy a dejar un rap mucho más purista. Viene cargado de autenticidad y con un sonido brutal. Se hace llamar Shelazz y es un rapero zaragozano cuyo verdadero nombre real es Mario Celimendiz. La canción se titula Sólo son vidas.
En el post anterior hablaba de la niña de la Mala Rodríguez (ahora Rajoy tendrá mucho más tiempo para jugar con su niña ;D). Veo el vídeo y escucho la canción y me siento mucho más cercano a estas vidas, que a la que me preponen esas juventudes que van con pelo repeinado a raya y visten jerseys de rombos, o su versión fémina: pijitas de botas de cuero de caña alta (nunca demasiado alta no sea que aparentasen ser lo que no querrían aparentar). Tal vez no debiera poner política en ningún post, y menos vincular pañuelos de colores a esta canción. Pero no puedo reprimirme y soltar una sonrisa de total satisfacción con los eventos sucedidos últimamente (¡Y el chiki-chiki a Eurovisión!).
Frente a este vídeo, con sorna no puedo más que responder con estos otros dos, del ya amigable jubilado de Moratalaz (el antes y el después).

Sí! En esta España a la pertenezco es muy amplia en su concepción, y como decía Zapatitos (así lo llama mi brother) conviene especialmente no olvidar que en ella también están los que menos tienen, a lo que apostillo, que también suelen ser los que más sufren.
Y si no bajen a ver como se vive en los infiernos. Bienvenidos –si se puede decir así- al hogar de las chicas muertas.



María se muere de cáncer,
Pablo fumó su primer cigarro ayer.
Alicia jamás va a volver,
nunca lo superó Javier.
Eduardo borracho llega a casa,
Olga corre a esconderse con Diana.
Laura por fín ha sido mamá.
Raúl desaparece del mapa,
Sara vomita para no engordar.
Manuel come los restos que en la basura deja Clara.
A Marcos lo han vuelto a encarcelar,
Carmen grita libertad.
Fernando tiene miedo,
Moises sigue llorando en silencio.
Rebeca se abrocha el cinturón de seguridad,
Nacho ya no puede levantarse de la silla
a abrazar a Soledad.


Xhelazz
Sólo son vidas (El soñador elegido)

NOTA: Añadido de última hora. Mi recuerdo hacia hacia todas las víctimas de la barbarie ocurrida el 11-M en las estaciones de metro de Madrid. Sólo eran vidas... pero cada una de ellas era extraordinariamente valiosa.

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viernes, marzo 07, 2008

Malamarismo

Malabares, cantaba Estopa (Malabares, por las calles, y la gente corriente ronda malos bares) y eso es lo que voy ha hacer, malabares con mis links. Así que disculpen de antemano mi dispersión. Por cierto, Estopa acaba de sacar un nuevo disco Allenrok (Cornellà al revés). Pero si voy a hacer minutos musicales, mejor sigo con el mestizaje y la Ciencia Ficción del post anterior.
Esta canción de la Mala Rodríguez me encanta. No es apta para los puristas del hip hop, ni para los que quieren una letra donde todo se entienda. En cambio, para los que nos dejamos llevar por el influjo de la luna, la canción es perfecta.



Quema, quemate esa yema
toca toca.
Lo hacemos otra vez, yo me vuelvo loca.
Lo que yo no quiero, es que tu me digas
lo que yo no quiero, es que tu me digas,
lo que tengo que hacer,
esta es mi vida,
lo que tengo que hacer,
esta es mi vida

La Mala Rodríguez –Toca Toca-
Malamarismo


Años atrás yo hablé de una ciudad parecida, llamada Zora (tomando un texto de Italo Calvino) en la prehistoria de este blog. Tampoco me costaría demasiado hablar de S.K. y su terminador (la línea que separa el lado oscuro del lado iluminado de un planeta).

Y ya que estamos en la mala, malísima también un vínculo a la tan nombrada niña de Rajoy y este otra canción de la banda sonora de Yo soy la Juani. Quería hablar de la Mala Rodríguez y quería meter también este vídeo, y en extraña sincronía veo que en el blog de Pornografía emocional había este link nombrando a esta niña, identificándola como la niña de Rajoy (como véis he apoyado la noción). El blog de Pornografía emocional lo lleva Juanma Santiago (exdirector de la extinta revista de Sci Fi, Gigamesh). Lo he conocido hace unas cuantas semanas y el chico me ha caído bien, También podéis visitar el blog de su compi, Cristina, del círculo de los frikitekaris (curiosamente estos alzan la ceja ¿al estilo Zapatero? Siguen las extrañas casualidades de la vida)
Ayer estuve en el Cuentacuentos con Pelos y Marteta (los cuales hoy desde Granada planean una conspiración contra Imfasal). Nos lo pasamos bien. Nos reímos bastante, de paso saludamos a J.P.
Mañana he quedado con Johnny y algunos Patos más, para comentar novedades. Johnny estuvo ayer hablando en la tele del libro de Cees Nooteboom sobre Tumbas y lápidas. Leí a Nooteboom hace ya unos cuantos años, y en un Kosmópolis me acerqué a él para que me firmara unos libros.
Hoy he quedado en teoría con M. para ir a Canyelles y arreglar la bomba de agua (él, que sabe de mecánica, porque yo de eso, más bien poco). Pero no ha dado señales de vida, así que no sé si al final iremos.
Más
My brother anuncia que se casa con Sílvia (Felicidades a ambos)
ETA mata al exconcejal socialista de Mondragón, Isaías Carrasco (la violencia de los irracionales vuelve a golpear a la sociedad española). Mis condolencias especialmente a su familia y a todos sus compañeros del partido socialista.
Y el domingo votamos.
Disculpen mi retraso en los comments, en cuanto pueda contesto a todos.

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miércoles, marzo 05, 2008

La vida breve de Oscar Wao

Me crucé con la escritura de Junot Díaz hace más de diez años, bueno en realidad no fui yo quién se cruzó realmente con Junot, sino que sencillamente su libro cayó varias veces en mis manos durante unos días, quizás hasta unas semanas. Lo curioso es que me volví a cruzar con este escritor dominicano, hace unos días cuando leí una reseña sobre un nuevo libro suyo “La maravillosa vida breve de Oscar Wao” pero este tardío reencuentro, fue como cuando te cruzas con algún conocido por la calle cuyo rostro no consigues situar. Al leer la reseña sobre el libro, varios datos se pusieron a parpadear en mi cabeza como la luz ámbar de un semáforo, y pese a notar esa extraña sensación, no conseguí averiguar el origen de esas señales remotas que mandaban los rincones apolillados de mi cerebro.

Han pasado varios días, desde esa sensación, y no ha sido hasta hoy que de repente sin saber por qué, uno de esos recuerdos ha cobrado fuerza y por alguna misteriosa razón que no alcanzo, he comprendido. Es extraño reencontrarse con imágenes del pasado; es extraño recordar que hace más de diez años ella estaba en la cama que compartíamos, y ella leía un libro de Junot Díaz, concretamente Boys, el cual yo a veces lo cogía sólo para echarle un vistazo y averiguar sus gustos. Leía unos cuantos párrafos y se lo devolvía criticándolo, con el único deseo de hacerla rabiar. Le decía que la prosa que utilizaba Junot me parecía demasiado enrevesada, llegando a ser a veces incomprensible. Ella luego me lo rebatía y nunca nadie ganaba la batalla. Pero mientras la escena sucedía, ambos nos reíamos con aquellos pequeños detalles que componían nuestra vida. Con el tiempo ella terminó aquel Boys y entonces comenzó a leer un libro de cuentos de Bukowski. Si les digo la verdad, hasta que ella no leyó a Bukowski, yo desconocía totalmente lo que era el realismo sucio. El descubrimiento de Bukowski marcaría después muchas de mis lecturas posteriores. Siempre lo dije, aprendí muchas cosas de ella, y por ello siempre le estaré en deuda.

Pero vayamos a Junot Díaz, cuyo olvido por mi parte es debido también a que el dominicano a permanecido mismamente también aletargado durante estos diez años, sin publicar ninguna otra novela en todo este tiempo. Publica ahora esta esperada vida breve de Oscar Wao, en la que narra las desventuras de un joven dominicano en New Jersey. El joven Oscar Wao no es precisamente uno de esos latinos conquistadores que parecen dispuestos a comerse el mundo, sino que más bien su vida es la de un marginal que vive apartado del mundo, pero que sueña con convertirse en un escritor. El personaje de Oscar Wao es un joven negro, algo gordo, aficionado a la ciencia ficción y cuyo éxito con las chicas –lo cual le obsesiona- es más bien nulo. El origen de su nombre Oscar Wao es en realidad el apodo por los que los demás le llaman, ya que una vez al encontrarse con otros dominicanos uno quiso hacer la gracia diciéndole que se parecía a Oscar Wilde, y al hacerlo le salió el acento excesivamente quisqueyano, quedando el apellido del irlandés convertido en un simple Wao.

Habría que aclarar que el libro está originalmente escrito en inglés The Brief Wondrous Life of Oscar Wao, aunque utiliza una prosa mestiza, cercana al spanglish, por lo que está trufada de vocablos en castellano original. Se trata por tanto uno de esos libros cuya traducción representa un trabajo doble para el traductor.

Junot lleva viviendo casi toda su vida en los EEUU, por lo que representa a esos escritores que se alejan un poco de la tradición más clásica de la literatura latinoamericana y bebe más de las fuentes de la literatura americana. Su estilo urbano me recuerda a lo que hace unos años se denominó la generación Mc Ondo, en contraposición al Macondo de la generación del Boom y el realismo mágico.

Para Junot esta inmersión entre las culturas inglesa y latina, le da una sabrosa mezcla que reconozco que hace unos diez años no supe apreciar. Con el tiempo he descubierto que estas zonas fronterizas de la literatura son muchas veces donde se fragua lo nuevo. Es en esa doble adquisición de raíces formativas donde se gestan las vanguardias culturales que son capaces de dar nuevos giros al arte, a la literatura, y por tanto también a la novela.

Para que se hagan una idea, un fragmento de un relato de Junot Díaz que se puede encontrar en el último número de la revista literaria Hermano cerdo (la cual también recomiendo fervorosamente).

Alma es flaca como un palo, tú un bloc adicto a los esteroides; Alma adora conducir, tú los libros; Alma tiene un Saturn (se lo compró su papá que es carpintero y que sólo habla Inglés en la casa), tú no tienes ni un punto en la licencia; Alma tiene las uñas demasiado sucias para cocinar, tu espagueti con pollo es el mejor del país. Son tan diferentes-voltea los ojos cada vez que pones las noticias y dice que no soporta la política. Ni siquiera se llama a sí misma Hispana. Se jacta con sus amigas diciendo que eres un “radical” y un verdadero Dominicano (aunque en el Índice del Plátano tú no ranqueas, y Alma es la tercera Latina con la que realmente has salido). Te jactas con tus panas de que ella tiene más discos que todos ellos juntos, que dice unas terribles vainas de blanquita cuando están singando. Es más audaz en la cama que otras muchachas que has tenido; en la primera cita te preguntó si querías venirte en sus tetas o en su cara, y tal vez durante tu entrenamiento de hombre no te llegó ese memo, pero le dijiste, como que, hmm, en ninguno. Y al menos una vez a la semana se arrodillaba en el colchón frente a ti y, con una mano tirando de sus oscuros pezones, se tocaba, y no te dejaba que la tocaras, los dedos cepillándole la semilla y su cara de desesperada y furiosa felicidad. Le encanta hablar cuando se pone de sucia, también, susurrar, Te gusta mirarme, verdad, te gusta oír cuando me vengo, y cuando se viene suelta un gemido largo y demoledor y sólo entonces te deja que la abraces mientras se limpia los dedos en tu pecho. Esa soy yo, te dice.”

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