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Pequeños retales de literatura

miércoles, marzo 14, 2007

Jean Seberg

Desvelo la figura de la mujer que como bien apuntó Montse Berges se trataba de Jean Seberg (Montse acaba de ganarse un lugar en la galería de personajes célebres del blog por el simple hecho de acertar un concurso. Palimp es nuestro máximo ganador pues es uno de los pocos que se digna participar, y lo que es peor... encima suele acertar).

Jean Seberg se merecería mucho más espacio del que le voy a dedicar, pero hoy me apetece dar carpetazo al asunto, aunque tal vez otro día vuelva sobre ella.

Jean Seberg una actriz norteamericana de orígenes suecos que interpretó a Juana de Arco en la versión de Otto Preminger. Ahora que lo pienso la versión que emocionó a Henry Miller creo que fue la de Dreyer y entonces ¿quién fue la actriz? Lo busco, un momento… seguramente se tratase de Renée Marie Falconetti. Ho sento em vaig equivocar :-(. Pero gracias a esta equivocación y a esta búsqueda descubro que Cortázar tuvo su segundo encuentro con la Maga en un cine viendo también esta película. Esta película desde luego es una mina, porque sólo tengo que remontarme a la versión de Luc Besson para llenarme la boca de palabras de agradecimiento al poner a Milla Jovovich en el papel de Juana de Arco.

Volviendo a Seberg…. la actriz participó en el rodaje de unas cuantas exitosas películas, y con su look moderno se convirtió en un icono de la época. Seguramente su rasgo más característico era su corte de pelo a lo garçonne.

Jean Seberg estuvo casada con el escritor Romain Gary, que le llevaba unos cuantos años (al igual que Arthur Miller con la bella Marilyn). Se divorció y se volvió a casar en varias ocasiones, pero su carácter era demasiado temperamental y sus peleas eran tan habituales que sus matrimonios se vieron abocados al fracaso. Y entre decepción y decepción vivió una vida al límite en una senda de autodestrucción que plagó de amantes, alcohol y drogas.

A medida que pasaron los años su mente se fue desequilibrando, y quizás el suceso más esperpéntico fue la muerte de su hijo al poco de nacer, el cual enseñó a los periodistas después de hacerle múltiples fotografías. Dicen que a partir de entonces Jean Seberg, siempre se deprimía en el aniversario del fallecimiento de su hijo recién nacido. Y con varios intentos de suicidios fallidos, al final lo consiguió.

Dios la tenga en su seno a ella y a su hijo. Estos versos sean como un pequeño homenaje para ambos:


Los Sonetos de la Muerte
Gabriela Mistral


Del nicho helado en que los hombres te pusieron,
te bajaré a la tierra humilde y soleada.
Que he de dormirme en ella los hombres no supieron,
y que hemos de soñar sobre la misma almohada.

Te acostaré en la tierra soleada con una
dulcedumbre de madre para el hijo dormido,
y la tierra ha de hacerse suavidades de cuna
al recibir tu cuerpo de niño dolorido,

Luego iré espolvoreando tierra y polvo de rosas,
y en la azulada y leve polvoreda de luna,
los despojos livianos irán quedando presos.

Me alejaré cantando mis venganzas hermosas,
¡porque a ese hondor recóndito la mano de ninguna
bajará a disputarme tu puñado de huesos!

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2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Le cinéma autorise Orphée à se retourner sans faire mourir Eurydice, il me revient cette phrase de Godard tandis que Gabrielle passe devant la caméra de Sylvain...

http://murcia.over-blog.com

5:11 p. m.  
Blogger princess olie said...

¡Qué triste su vida!

Nunca he visto una película suya,
pero alguna vez vi su foto
en una revista vieja.

No todo lo que brilla es oro.
El cine oculta mucha soledad
y conflictos interiores
detrás de cámaras.

Saludos,

olie

9:48 p. m.  

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