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Pequeños retales de literatura

lunes, noviembre 20, 2006

Porque eres polvo y al polvo volverás

Hoy al barco no lo salvará el amor, y se hundirá irremediablemente en las aguas de la amargura. No tengo ganas de pensar, así que sólo me queda desearles que disfruten de este grisáceo Lunes y advertirles del peligro inminente que parece acechar. Esten atentos a las señales. (A no ser que envíen la palabra SALVACION al 5577 entonces, tal vez tengan alguna posibilidad).
No cabe duda, hoy Lunes los astros se están confabulando para hundir el barco. Si viajan en cubierta, no se alejen demasiado de los botes salvavidas.

EVA

"El torpedo había herido a proa, a la derecha, debajo de la hilera de camarotes de los suboficiales; y en el lugar de los alojamientos del contable maquinista, de los dos jefes electricistas y de un jefe timonel, se había producido una enorme gruta bien adentrada en las entrañas del barco, llena de estalactitas de hierro y abierta al mar.
Ningún par de entre los cien ojos que continuamente escudriñaban el agua hasta el tormentoso círculo del horizonte, había visto nada antes de la espantosa explosión: ni espumas sospechosas, ni centelleos metálicos, estelas; nada. El buque parecía que hubiese chocado repentinamente contra una montaña invisible, y un obelisco de agua negra había salido desde abajo, elevado por inconmensurable fuerza más arriba de las chimeneas, para volver a caer como una catarata y disolverse en lluvia de troncones, astillas y cosas difíciles de reconocer. Después, el alarido de la tormenta se había extendido de nuevo sobre el mar, llevándose gritos, gemidos y estertores, Despues, un sepulcral silencio.
El palpitar de las máquinas, que desde hacía dos días, desde la salida de Port-Said, era igual y exacto, se había parado de golpe; y a más de cien millas de su meta y de tierra, aquél que había sido un fuerte y veloz crucero auxiliar de nuestra Marina, se abismaba, lentamente, proa hacia abajo, inclinado fuertemente sobre su lado derecho, vomitando vapor de sus órganos rotos, impotente al asalto final de las olas que se disputaban los últimos momentos de su vida."

Guido Milanesi –Azules-

Un bonus que tal vez alguno no hayan visto, ¡pero no se dejen engañar por las apariencias! Aunque, quién sabe... tal vez sí que deban dejar un hueco para la esperanza.

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