La Librería

Pequeños retales de literatura

jueves, agosto 10, 2006

La buena estrella

Debe ser triste tener algo al alcance de la mano, y perderlo en el último momento, los expertos dicen que cualquier fracaso es temporal y que la vida siempre ofrece nuevas oportunidades para estar allí. Como Almafuerte diciendo aquello de “si te postran, te levantas”, como si la suerte sólo dependiera de la cantidad de veces que uno lanza los dados del tablero.
Pero para los que creemos en destinos de mayor calibre, en buenas y malas estrellas, todo se vuelve mucho más complejo. El poeta Robert Desnos fue aprisionado por la Gestapo en 1942 por la colaborar con la resistencia francesa, tres años de torturas y suplicios en campos de concentración darían con sus huesos en el campo de concentración de Terezin, donde según dice sólo sobrevivieron 4000 de las 140.000 personas que pasaron por allí.
Desnos estuvo cerca de ese punto en el Woody Allen hablaba en su película Matchpoint, el punto donde la pelota en el campo de tenis golpea la red y tanto puede caer flácida sin llegar a traspasarla, o pasar entre suspiros de emoción al otro lado del campo. Desnos pudo ver como el campo de concentración de Terezin (Theresienstadt) era liberado por los aliados, el 3 de mayo la Cruz roja se hizo cargo de la ciudad enmurallada que constituía Terezin, apenas un mes después, Desnos fallecía a consecuencia del agotamiento y las enfermedades. Algunos dirán que al menos sus últimos días un rayo de felicidad cruzó su mente, yo no lo tengo tan claro: ves morir a todos los que están a tu alrededor y tu luchas por sobrevivir, y cuando lo consigues, en el último momento, tu corazón decide parar la máquina. Sólo tenía cuarenta y cinco años.
Debe ser que hoy me levanté y el cielo estaba gris...

J’ai rêvé tellement fort de toi,
J’ai tellement marché, tellement parlé,
Tellement aimé ton ombre,
Qu’il ne me reste plus rien de toi.

Il me reste d’être l’ombre parmi les ombres
D’être cent fois plus ombre que l’ombre
D’être l’ombre qui viendra et reviendra dans ta vie ensoleillée

Tanto soñé contigo,
Caminé tanto, hablé tanto,
Tanto amé tu sombra,
Que ya nada me queda de ti.

Sólo me queda ser la sombra entre las sombras
ser cien veces más sombra que la sombra
ser la sombra que retornará y retornará siempre
en tu vida llena de sol.

PD. Link hacia el proyecto de la artista alemana Pat Binder sobre el campo de concentración de Ravensbruck. Lo hizo ya hace unos cuantos años, pero me sigue impresionando al echarle un nuevo vistazo.

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6 Comments:

Blogger Sergi Bellver said...

Precisamente anoche repitieron en TVE un documental ficcionado de la BBC sobre Auschwitz, y demonios infantiles aparte (a mí, de pequeño, no me marcó Drácula, ni el coco, ni el hombre del saco, ni la muerte de Chanquete, lo que me dejó tocado fue la serie Holocausto, que me dio por espiar desde detrás del sofá), tras el reportaje, las dos cosas que quedan como guadañas, segándote el alma son la "cosificación" de las personas y el tremendo poder del hechizo del mal.

Volver a escribir un solo verso, después de aquello, más allá de cualquier valor literario, me parece un acto inconmensurable de dignidad, resistencia y epopeya humana.

Oye, testamentos aparte, acabo de conocer tu bitácora saltando de aquí a allá, y me temo que repetiré.

Un saludo.

7:56 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

¡Hola Vigoooooo!!!

Un gustazo leerte y estar de acuerdo con vos... o será culpable el cielo gris???

Besos en la frente

10:27 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Los pulpos están bien, pero me ha gustado mucho más este post Sr. Vigo.

Desconocía la hitoria de este autor y es cierto eso que dices, nunca sabes en qué momento esta cochina vida dará el siguiente golpe de timón. ¿Izquierda, derecha? ¿Alguien apuesta?
Hechos como esos te sobrecogen el alma.
Besos!

6:13 p. m.  
Blogger Vigo said...

SergiMucho se escribió sobre aquello de escribir después de Auschwitz. Lo que más asusta del caso no es la muerte en sí, sino hasta donde puede llegar la crueldad humana.
Decimos que la sociedad ha madurado... y sin embargo en los distintos lugares del mundo se suceden los errores, las guerras, y los asesinatos de civiles.
Daños colaterales??? Menudo eufemismo.
Gracias por tu visita Sergi Bellver (como el escritor?). Si acabas de empezar a bloggear vas a descubrir un mundo insondable. Así que con que recales en esta bahía muy de vez en cuando, me sentiré afortunado.

Hola Puri!! Un placer que te pases por aquí. Entras en el pabellón de las visitas ilustres (Carles, Galvez, Habar, Selene, Bellevile y alguno más... han pasado ya por aquí alguna vez. Sin desmerecer a los demás!!!).
Es una pena que nos desperdigaramos por la red, pero ojalá todos tuvieramos un hilo de donde poder tirar...
Como ya viste yo aún me paso de cuando en cuando por el foro, para ver si del rescoldo sale alguna llama.
Besos para tí.

Hell, yo también prefiero este tipo de posts, porque no me remito al copiar y pegar, y me esfuerzo un poco más en expresar alguna opinión, pero lo de los pulpos es un parche para seguir posteando cuando no tengo ganas o no tengo tiempo. No se los demás... pero yo entre unas cosas y otras, siempre voy agotado por la vida.
Y por eso aún más me maravillan historias de supervivencias, felices o trágicas.

3:22 p. m.  
Blogger Sergi Bellver said...

Oye, Vigo, estoy espeso o lo de "¿como el escritor?" era una chufla cruel, ¿no? Sé que hay un cantante de ópera con mi nombre, y un fotógrafo, y un autor de teatro casi "homófono" (Sergi Belbel), pero no me digas que me van a demandar por plagio cuando publique... por plagio de la firma, digo.

Aparte de eso, ¿viste ayer lo de Günter Grass? Creo que a él le pesan más unos meses entrenando en las SS, como casi todos los quinceañeros de Danzing, que a otros cinco años torturando y robando en Auschwitz.

Lo que cuenta en un hombre es lo que hace con el camino de su vida. Y el señor Grass nos ha dejado una huella admirable, creo.

9:27 p. m.  
Blogger Vigo said...

Bueno, sí, me refería al autor de obras de teatro, yo recuerdo que hace años leí su obra Carícies recomendado por una amiga, y que ese libro me descolocó un poco. Así que si llegas a publicar con tu nombre (camino díficil el de publicar...) posiblemente hayan algunos lectores que se despisten un poco por esa "ele" vacilante.
Sí, lo de Günter Grass creo que fue algo circunstancial, como Ratzinger tembién militó en esas juventudes hitlerianas, pero es que uno de joven muchas veces se ve demasiado influido por lo que ocurre a su alrededor. Así que mientras poco después se dieran cuenta del error de su conducta, no veo motivo de oprobio. Y tal como tu dices, los primeros que deberían sentir la culpa en sus carnes, son todos aquellos que de verdad tuvieron conocimiento de lo que ocurría en los campos de concentración alemanes, y por supuesto los que los idearon y los llevaron a cabo.

http://es.wikipedia.org/wiki/Sergi_Belbel

8:36 p. m.  

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